Un día escuche esta
hermosa reflexion que habla sobre aquellas personas que poco a poco van
apareciendo en tu vida... Espero les guste!
La vida se asemeja a
un viaje en tren. Con sus estaciones y cambios de vía, algunos accidentes,
sorpresas agradables en algunos casos, y profundas tristezas en otros…
Al nacer, nos subimos
al tren y nos encontramos con nuestros padres, creemos que siempre viajarán a
nuestro lado… Pero en alguna estación ellos se bajarán dejándonos seguir el
viaje, de pronto nos encontraremos sin su compañía y su amor irreemplazable...
No obstante, muchas
otras personas que nos serán muy especiales y significativas, se irán subiendo
al tren de nuestra vida... Nuestros hermanos, amigos y en algún momento, el
amor de nuestra vida...
Algunos tomarán el
tren, para realizar un simple paseo… Otros durante su viaje pasarán por
momentos de oscuridad y tristeza… Y siempre encontraremos quienes estén
dispuestos ayudar a los más necesitados…
Muchos al bajar,
dejan un vacío permanente… otros pasan tan desapercibidos que ni siquiera nos
damos cuenta que desocuparon sus asientos...
Es curioso ver como
algunos pasajeros, aún los seres queridos, se acomodan en coches distintos al
nuestro… Durante todo el trayecto están separados, sin que exista ninguna
comunicación…
Pero en realidad,
nada nos impide que nos acerquemos a ellos si existe buena voluntad de nuestra
parte… De lo contrario, puede ser tarde y encontraremos a otra persona en su
lugar…
El viaje continúa,
lleno de desafíos, sueños, fantasías, alegrías, tristezas, esperas y
despedidas...
Tratemos de tener una
buena relación con todos los pasajeros, buscando en cada uno, lo mejor que
tengan para ofrecer. En algún momento del trayecto, ellos podrán titubear y
probablemente precisaremos entenderlos… pero recordemos que nosotros también,
muchas veces, titubeamos y necesitamos a alguien que nos comprenda.
El gran misterio para
todos, es que no sabremos jamás en qué estación nos toca bajar. Como tampoco
dónde bajarán nuestros compañeros de viaje, ni siquiera el que está sentado a
nuestro lado.
A veces pienso en el
momento en el que me toque bajar del tren. ¿Sentiré nostalgia, temor, alegría,
angustia...? Separarme de los amigos que hice en el viaje, será doloroso y
dejar que mis hijos sigan solos, será muy triste. Pero me aferro a la esperanza
de que en algún momento, tendré la gran emoción de verlos llegar a la estación
principal con un equipaje que no tenían cuando iniciaron su viaje.
Lo que me hará feliz,
será pensar que colaboré para que ellos crecieran y permanecieran en este tren
hasta la estación final.
Amigos…hagamos que
nuestro viaje en este tren tenga significado, que haya valido la pena.
“Vivamos de manera
que cuando llegue el momento de desembarcar, nuestro asiento vacío, deje lindos
recuerdos a los que continúan viajando en el Tren de la Vida”
FELIZ VIAJE!!!
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